martes, 26 de agosto de 2008

Aztecas

Huitzilopochtli

La religión y los sacrificios humanos

Como otros pueblos de América, los aztecas (o mexicas) pensaban que otros mundos habían precedido al de ellos y que cada uno se había hundido en cataclismos en el curso de los cuales la humanidad había sido exterminada: esos cataclismos estaban representados por “cuatro soles”; la edad en que vivían los aztecas era el “quinto sol”. Pero este nuevo sol permanecía inmóvil: necesitaba sangre para iniciar su movimiento. A fin de que el sol prosiga su marcha, era necesario darle cada día su alimento, “el líquido precioso” (chalchihuatl), es decir, la sangre humana.

En la forma más habitual del rito, la víctima era extendida con la espalda sobre una piedra ligeramente comba, en tanto que cuatro sacerdotes lo detenían de brazos y piernas, entonces un quinto sacerdote, abriéndole el pecho con un tajo de su cuchillo de pedernal, le arrancaba el corazón. Pero el sacrificio humano entre los aztecas no estaba inspirado por la crueldad ni por el odio. Era su respuesta a la necesidad de salvar al mundo y a la humanidad.

Tomado de: Jacques Soustelle: La vida cotidiana de los aztecas en vísperas de la conquista, México, Fondo de Cultura Económica, 2000 (1955).


Los sacrificios humanos según el Códice Durán


Las famosas líneas de Nazca

Las líneas de la cultura Nazca fueron dibujadas aproximadamente entre los años 550 a 650 d.C. Estos dibujos han llamado la atención a especialistas y no especialistas porque sólo pueden ser plenamente apreciados desde el aire, lo cual ha posibilitado diversas teorías para explicarlas, con mayor o menor sustento científico.


Lo que actualmente distintos historiadores consideran es que las líneas poseían un carácter ceremonial, o bien eran calendarios astronómicos, si bien otros sostienen que estaban relacionadas con los caminos para acceder al agua, ya que la cultura Nazca se desarrolló en una zona desértica.


Observen las imágenes: ¿Qué consideran que representan estas líneas?


miércoles, 20 de agosto de 2008

Etnocentrismo




Relato de un viajero inglés que visitó Buenos Aires entre 1820 y 1825

El mate: La planta llamada "yerba", que crece en el Paraguay y en el Brasil, es el té de Buenos Aires. Lo sirven en un pequeño globo al que aplican un tubito. Tanto el recipiente como la bebida reciben el nombre de "mate". Los mates son generalmente de plata y se pasan de mano en mano (práctica no muy limpia). Cuando vi por primera vez la bombilla en la boca de las damas supuse que estaban fumando. El sabor del mate no es desagradable, pero no puede compararse con el sabor del té. Se dice que hace mal a los dientes. Recuerda su aspecto a la pipa del tabaco, lo cual me hace mirarlo con desagrado en manos de las señoras.

La carne y los gauchos: La carne de vaca es buena, pero inferior a la nuestra, y la manera de prepararla le confiere un sabor semejante al carbón y leña, bastante insípido por cierto. No les pasa por las mientes que pueda usarse un espetón [...] El beef-steak es un plato tan inglés que conserva su nombre original en todos los idiomas. Se le puede encargar en los cafés pero, como el biftec francés, no vale gran cosa. Los gauchos de la campaña se alimentan de carne: el pan es para ellos un lujo. Como no tienen hornos, se ven obligados a asar la carne en estacas clavadas en el suelo. Me agradaría que hiciesen lo mismo en Buenos Aires: comería yo la carne entonces con más apetito. El verdadero roast-beaf es el que aderezan los gauchos. Estos gauchos son gentes muy raras: llevan el cabello largo y trenzado como los chinos. Entre otras singularidades de su indumentaria está la de atarse pañuelos bajo la barbilla que cuelgan sueltos por detrás.

Perros callejeros y ratas educadas: Pululan cantidad de perros en Buenos Aires, todos de muy escaso valor. Un bull-dog inglés destrozaría a cincuenta de éstos. Existe la abominable costumbre de enviar a criminales armados de machetes y bajo custodia a matar perros callejeros. Los cadáveres abandonados se pudren en las calles. Muchos falderos han sido muertos por equivocación. Deberían inventar un método más humano de reducir el número de perros; esta cruel y desagradable costumbre es cada vez menos frecuente. [...] Las ratas inglesas son tan feroces que no vacilan en hacer frente en caso de cortárseles la retirada; las ratas de Buenos Aires son más educadas.

Fuente: Monteleone, Jorge. El relato de viaje, Buenos Aires, El Ateneo, 1998. pp. 180 a 183

Consignas:

1- A partir del análisis de los anteriores textos ¿cómo caracteriza este inglés a la población que habita en Buenos Aires? ¿cómo define el autor a la yerba? ¿por qué lo hace de ese modo? ¿cómo califica la costumbre de tomar mate? ¿por qué? ¿qué dice del sabor del mate? ¿con qué lo compara? ¿por qué lo ve con desagrado en manos de las mujeres? ¿Qué opina de la carne de vaca, de su consumo y de los modos de prepararla? ¿Con qué la compara? ¿Qué dice de los gauchos? ¿Cómo caracteriza a los perros? ¿Cómo describe a las ratas argentinas y a las inglesas?

2- En cada caso, ¿está describiendo o juzgando (abriendo juicios de valor)? Si hay juicios de valor, ¿en qué se apoyan?

3- Relacioná las ideas de estos textos con el concepto de etnocentrismo.

4- Imaginá que sos un joven inglés que visita nuestro país en 2008 y redactá una carta a tus familiares donde se expresen actitudes etnocéntricas, exotistas y relativistas.

5- Redactá una conclusión acerca de lo trabajado en relación a las ideas de cultura, etnocentrismo y relativismo cultural